Si decimos “higiene dental”, es normal que, automáticamente, pienses en hábitos diarios como el cepillado y el uso de hilo dental.
Sin embargo, para garantizar que tus dientes y encías permanezcan libres de restos adheridos, al menos una vez al año debes realizarte una limpieza dental profunda. ¿Quieres saber en qué consiste? ¡Te lo explicamos a continuación!
Qué es una limpieza dental profunda
Cuando acudes a tu clínica dental de confianza para someterte a tu revisión periódica anual, recibes un diagnóstico que te informa sobre el estado de tus dientes y encías. Una vez hecha la evaluación, y a menos que sea necesario aplicar otras técnicas, el higienista dental procederá a realizar una limpieza dental profunda.
Este procedimiento, también denominado raspado dental, consiste en la eliminación de la placa bacteriana y del sarro acumulados en los espacios interdentales y en la línea de las encías. Precisamente, éstas son las áreas que más tienden a acumular sarro, ya sea por una higiene dental insuficiente o porque a través del cepillado dental no logras limpiar todos los recovecos de la boca.
En los casos de desalineamiento dental y apiñamiento, es común que la higiene dental casera se quede corta, uno de los motivos por los que la ortodoncia resulta un tratamiento tan recomendable. La limpieza dental profunda también se encarga de tratar las bolsas periodontales para evitar que éstas terminen evolucionando en enfermedades periodontales.
Beneficios de la limpieza dental profunda
La limpieza dental profunda implica una gran medida de prevención contra el desarrollo de patologías bucodentales. La presencia de sarro y de placa bacteriana en la boca es el catalizador de trastornos tan habituales como la caries o la gingivitis, cuyo tratamiento tardío suele implicar muchas más molestias para el paciente, así como tratamientos más invasivos.
De esta manera, el control periódico sirve al mismo tiempo como medida preventiva y herramienta de freno contra el avance de posibles enfermedades.
¿Qué diferencia hay entre una limpieza dental y un curetaje?
Cuando hablamos de limpieza dental profunda es habitual que surjan dudas entre la limpieza dental y el curetaje. Ambos términos corresponden a un procedimiento de eliminación de la placa bacteriana y del sarro, pero difieren en el área de acción.
Por un lado, la limpieza dental se aplica tanto en el cuello dental como en los espacios interdentales y la línea de las encías. En cambio, el curetaje es un tipo de limpieza que penetra en el periodonto, es decir, por debajo de la línea gingival.
Por regla general, el curetaje sólo se realiza en los casos en los ya existe una enfermedad periodontal y es necesario intervenir para detener su avance. Sin embargo, también hay casos en los que la enfermedad aún no se ha desarrollado pero existen bolsas periodontales que han penetrado bajo la línea de la encía y conviene eliminar.
Sea el caso que sea, lo más importante es comprender la necesidad de visitar regularmente a tu dentista para que pueda aplicar la técnica de limpieza dental profunda más adecuada para ti.
Gracias a las limpiezas dentales también podrás eliminar las manchas más superficiales del esmalte dental, como las producidas por el café o el tabaco. En caso de que quieras devolver el blanco natural a tus dientes de forma más notable, podrás optar por un blanqueamiento dental.
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