Gracias a la evolución de la ortodoncia, cada vez más personas apuestan por lograr su sonrisa deseada, tengan la edad que tengan. Y es que lucir una boca bien alineada y atractiva no es una cuestión de edad, sino de bienestar y de salud. Uno de los avances más destacados en este ámbito de la odontología es la ortodoncia invisible, un tratamiento cada vez más popular gracias a la gran cantidad de beneficios que aporta. Os lo explicamos en detalle a continuación.
¿Qué es la ortodoncia invisible?
La ortodoncia invisible es un tratamiento que corrige los problemas de alineamiento dental a través de un aparato prácticamente invisible. El alineador se fabrica a medida y constituye una pieza extraíble; gracias a ello, facilita en gran medida la comodidad de su uso a lo largo del tratamiento.
Este sistema es ideal para aquellas personas que quieran corregir anomalías como dientes torcidos, sobremordidas o apiñamientos dentales, pero que no deseen emplear aparatos muy vistosos. Antes, la ortodoncia implicaba necesariamente el uso de brackets poco discretos; gracias a la ortodoncia invisible, ahora es posible corregir estos problemas a través de un tratamiento prácticamente inapreciable y muy efectivo.
Ventajas de la ortodoncia invisible
El diseño transparente de estos retenedores constituye una gran ventaja estética respecto a otros tratamientos de ortodoncia disponibles en el mercado. Su diseño se realiza a medida a través de un software, de manera que su ajuste resulta 100% correspondiente a las medidas de la dentadura del paciente.
A medida que el tratamiento va avanzando y los dientes van recolocándose lentamente, los retenedores son sustituidos por otros nuevos para proseguir con el tratamiento. La duración completa dependerá de la evolución de los dientes y de las correcciones a realizar; a través de las revisiones periódicas es posible realizar el control necesario para contemplar la evolución del tratamiento.
Otra de las ventajas más destacables de la ortodoncia invisible es la posibilidad de extraer el alineador en determinados momentos. De esta manera, es posible comer cómodamente sin ellos para evitar dañarnos. Tras realizar la limpieza dental a través del cepillado y del uso de hilo dental, puedes volver a colocarte el retenedor y proseguir con el tratamiento sin que tu higiene bucal se vea afectada.
Mucho más que una cuestión estética
Si bien algunas personas pueden pensar que someterse a un tratamiento de ortodoncia obedece tan sólo a motivos estéticos, no es así. Tener una dentadura mal alineada puede repercutir en tu salud bucodental por diversas razones. Una de las más habituales es que, cuando se tienen los dientes apiñados o mal colocados, es mucho más difícil realizar una limpieza dental correcta. En estos casos, el cepillado dental o incluso la utilización del hilo dental no sirven para eliminar totalmente los restos de comida adheridos entre los dientes.
Una higiene bucodental deficiente lleva a la acumulación de sarro y a la aparición de la perjudicial placa bacteriana. Y sufrir esta situación de manera continuada en el tiempo suele desembocar en la aparición de patologías tales como caries o las enfermedades periodontales, con todas las molestias y tratamientos que ello conlleva. Por lo tanto, apostar por la ortodoncia es una cuestión de estética, pero también de buena salud.
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